¿Para qué vivir tanto?

Me atrapó un edadismo que solo aplica a mi.

Ya tengo 26, me cuesta mucho arrastrar el peso de mis pensamientos y el clima erratico de mis emociones.

Vivir 20 años más de lo mismo suena horroroso en las condiciones actuales.

No puedo alejarme del querer sufrir alguna tragedia rapida y fatal.

No puedo alejarme del plan B.

No puedo alejarme de querer ejercitar una auto-destrucción inmediata.

Tantos hombres, mujeres y criaturas ya han muerto, quienes ya no tienen que pasar hambre ni frio ni dolores.

¿Cómo yo no querria lo mismo para mi?

COVID nos debió haber llevado a todos. Pero pensando en el personal de salud y operadores de emergencia que conocí en dos hospitales distintos, preferiría que desconocidos nos lanzaran a una foza común.

Nadie lo quiere oír, me piden que me calle, ellos quieren vivir. Me hablan de tener valores, pero solo los vi destruyendo lo que profesan creer. Solo los vi corrumpiendo lo que me retrataban como sagrado. La familia y la fé, principalmente.

Pues yo no quiero vivir, familia para mi es una niebla con colores fantasmagóricos que se alejaron de mi, y la fé es un misterio que no trataré de descubrir, simplemente gozaré del engima con un tanto de frustración.

La muerte y el morir son mas cercanos que la vida y el vivir para mi.

Cuando veo hilos de familias admiro el coraje y me horrorizo.

Cuando entro a sus casas no entiendo, me siento como quien jamas ha entrado a una casa y desconoce el concepto. Soy una escéptica del término hogar.

¿Para qué? La casa te sobrevivirá y si no tienes familia, ésta irá a desconocidos.

Me resulta difícil tomar el mundo en serio, los conflictos y la reacción a los conflictos parece animada. No entiendo la falta de educación en un mundo con tanta pantalla, parece imposible pero no lo es. Lo mismo aplica con la hambruna.

Siento que todos toman la vida como si fuese un juego de simulación de vida, donde a la hora de dormir el juego se guarda sutomaticamente y están a salvo.

La vida se corrumpió y lo único que percibo como real es la muerte.

Estoy casi convencida de que nada de lo que vemos corresponde a la realidad.